sábado, 20 de diciembre de 2008

miércoles, 17 de diciembre de 2008

la pelicula de troya












Troya es una ciudad tanto histórica como legendaria, donde se desarrolló la Guerra de Troya. La palabra Wilusa es de origen hitita y, según los estudios de Frank Starke[1] en 1997, de J. David Hawkins[2] en 1998 y de W. D. Niemeier[3] en 1999, indica la Troya homérica.
En griego se llamaba Τροία (Troia), Τροίας (Troias), también llamada Ίλιον (Ilión) o Ίλιος (Ilios), Wilusa (en hitita) y Truva (en turco).
Esta célebre guerra fue descrita, en parte, en la Ilíada, un poema épico de la Antigua Grecia. Este poema se atribuye a Homero, quien lo compondría, según la mayoría de la crítica, en el siglo VIII a. C. Homero también hace referencia a Troya en la Odisea. La leyenda fue completada por otros autores griegos y romanos, como Virgilio en la Eneida.
La Troya histórica estuvo habitada desde principios del III milenio a. C. Está situada en la actual provincia turca de Çanakkale, junto al estrecho de los Dardanelos (Helesponto), entre los ríos Escamandro (o Janto) y Simois y ocupa una posición estratégica en el acceso al Mar Negro (Ponto Euxino). En su entorno se encuentra la cordillera del Ida y frente a sus costas se divisa la cercana isla de Ténedos.
Las especiales condiciones del estrecho de los Dardanelos, en el que hay una corriente constante desde el Mar de Mármara hacia el Mar Egeo y donde suele soplar un viento del nordeste durante la estación de mayo a octubre, hace suponer que los barcos que en la antigüedad pretendían atravesar el estrecho debían esperar a menudo condiciones más favorables durante largas temporadas en el puerto de Troya.[

Puerta de los Leones de Micenas, encontrada y restaurada en 1841.



Deméter o Demetra (en griego antiguo Δημήτηρ o Δημητρα, ‘diosa madre’ o quizás ‘madre distribuidora’, quizá del sustantivo indoeuropeo *dheghom *mater) es la diosa griega de la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada. Se la venera como la «portadora de las estaciones» en un himno homérico, un sutil signo de que era adorada mucho antes de la llegada de los olímpicos. El himno homérico a Deméter ha sido datado sobre el siglo VII a. C.[1] Junto a su hija Perséfone eran los personajes centrales de los misterios eleusinos que también precedieron al panteón olímpico.
En la mitología romana se asociaba a Deméter con Ceres. Cuando se le dio a Deméter una genealogía, se dijo que era hija de Crono y Rea, y por tanto hermana mayor de Zeus. A sus sacerdotisas se les daba el título de Melisas.
Es fácil confundir a Deméter con Gea o Rea, y con Cibeles. Los epítetos de la diosa revelan lo amplio de sus funciones en la vida griega. Deméter y Core (‘la doncella’) solían ser invocadas como to theo (‘las dos diosas’), y así aparecen en las inscripciones en lineal B del Pilos micénico en tiempos pre-helénicos. Es bastante probable que existiese una relación con los cultos a diosas de la Creta minoica.
Según el retórico ateniense Isócrates, los mayores dones que Deméter daba a los atenienses eran el grano, que hacía al hombre diferente de los animales salvajes, y los misterios eleusinos, que le daban mayores esperanzas en esta vida y en la otra.[2]


Lugares y Pueblos
La civilización griega se extendió hasta las islas del mar Egeo, la costa oriental del Egeo, las costas meridionales en torno de los mares Adriático y Tirreno y muchos sitios costeros alrededor de toda la cuenca mediterránea. Luego con las conquistas de Alejandro Magno se extenderían hacia el Oriente. Grecia es una civilización secundaria del segundo grado, surgió en curso de la época de las tinieblas griegas que abarcan desde el desastre de la cultura micénica (siglos XII a XI a. C.). Grecia estaba compuesta por varias culturas como los jonios, dorios y eolios.