miércoles, 12 de noviembre de 2008




A Isis se la conoció como "La Gran Maga", una diosa astuta, inteligente, y con gran tenacidad. Las narraciones que se encontraron sobre ella, abarcaban una cantidad considerable de ensalmos y viñetas de amuletos grabada en la Estela de Metternich (Museo de New York), gracias a ella, podemos comprender el mito de "Isis y los 7 escorpiones".
El mito hace referencia a los poderes mágicos que poseía Isis para curar los aguijones venenosos de los escorpiones. La estela dice que Isis sale de la casa con una escolta de siete escorpiones. Aclararemos que el número 7, es un número de poder dentro de la magia egipcia. Siete son los nudos que se necesitan en los procedimientos para curar dolores de cabeza o problemas de pechos posteriores al parto.
Tres de los escorpiones, Petes, Tyetet y Matet,van por delante de Isis y garantizan la seguridad del camino. A ambos lados van Mesetet y Mesetetef. Detrás van Tefen y Befen.
Isis insiste a los escorpiones en la necesidad de ser cautos para que Set no se entere de su paredero. Finalmente Isis llega a su destino en la ciudad de las Dos Hermanas, en el delta del Nilo. Una noble acaudalada ve la llegada del extraño grupo y cierra rápidamente la puerta de su casa.
A los siete escorpiones esto les parece extremadamente ofensivo y planea su venganza contra la mujer. Como preparación, seis escorpiones cargan sus venenos individuales en el agijón del séptimo, Tefen. Mientras tanto una humilde campesina le ofrece a Isis el refugio de su casa. Esta muchacha es una contrapartida de la acaudalada noble. Después Tefen se arrastra por debajo de la puerta de la casa de la acaudalada noble y ha picado a su hijo. La mujer sale desesperada a la calle pidiendo ayuda para su hijo que yace al borde de la muerte. Ahora se le devuelve su falta de hospitalidad con Isis ya que nadie responde a su llamada de auxilio. Sin embargo Isis, que a los ojos de los egipcios es ejemplo de madre no puede tolerar la muerte de un niño inocente y se compromete a devolver la vida del niño. Toma al niño pronunciando palabras de gran poder mágico, nombrando a cada uno de los escorpiones y por consiguiente dominándolos, Isis hace que la combinación de venenos sea ineficaz en el niño. Por extensión, las palabras de su ensalmo serán aplicadas a cualquier niño que sufra una picadura de escorpión, si se recitan junto con la administración de una prescripción médica de pan de cabada, ajo y sal.
Una vez pasada su angustia y viendo a su hijo con salud, la mujer que había negado su refugio a Isis se arrepintió: sacó su proberbial riqueza e hizo un regalo a Isis y a la campesina mostrando la auténtica hospitalidad egipcia con un extraño.
El rasgo importante de este mito es que enfatiza el poder de la magia de Isis. Se preserva por su uso como ensalmo para "defenderse contra el veneno". La fuente es el papiro 1993 del Museo de Turìn y data de la dinastía XIX hacia el año 1200 antes de C.

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