miércoles, 17 de diciembre de 2008




Deméter o Demetra (en griego antiguo Δημήτηρ o Δημητρα, ‘diosa madre’ o quizás ‘madre distribuidora’, quizá del sustantivo indoeuropeo *dheghom *mater) es la diosa griega de la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada. Se la venera como la «portadora de las estaciones» en un himno homérico, un sutil signo de que era adorada mucho antes de la llegada de los olímpicos. El himno homérico a Deméter ha sido datado sobre el siglo VII a. C.[1] Junto a su hija Perséfone eran los personajes centrales de los misterios eleusinos que también precedieron al panteón olímpico.
En la mitología romana se asociaba a Deméter con Ceres. Cuando se le dio a Deméter una genealogía, se dijo que era hija de Crono y Rea, y por tanto hermana mayor de Zeus. A sus sacerdotisas se les daba el título de Melisas.
Es fácil confundir a Deméter con Gea o Rea, y con Cibeles. Los epítetos de la diosa revelan lo amplio de sus funciones en la vida griega. Deméter y Core (‘la doncella’) solían ser invocadas como to theo (‘las dos diosas’), y así aparecen en las inscripciones en lineal B del Pilos micénico en tiempos pre-helénicos. Es bastante probable que existiese una relación con los cultos a diosas de la Creta minoica.
Según el retórico ateniense Isócrates, los mayores dones que Deméter daba a los atenienses eran el grano, que hacía al hombre diferente de los animales salvajes, y los misterios eleusinos, que le daban mayores esperanzas en esta vida y en la otra.[2]

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